Categoría: Personajes

  • José Joaquín Puello: Conoce la trayectoria de este ilustre sanjuanero

    La suya es una historia de vida, donde para el protagonista, camino a la meta, ningún obstáculo fue mayor que el deseo de alcanzar su objetivo.

    Muy joven descubrió su vocación por la medicina. Una ciencia prácticamente desconocida en esta media isla se había convertido en el centro de su atención.

    Un día, con la determinación de un adulto, aunque apenas era un niño de 15 años, le dijo a su padre: “voy a ser neurocirujano”. En estas páginas cuenta las andanzas en el largo camino que le llevó a alcanzar su sueño. Todavía se emociona cuando recuerda el día que, a los 21 años de edad, abordó un avión rumbo a Inglaterra, solo, con escasas nociones de inglés y pocos recursos, pero con mucha alegría. Éste lo describe como el día más feliz de su vida.

    Logró su objetivo, recibió una sólida formación académica y regresó a su país donde desde 1976 ha puesto al servicio de los dominicanos sus conocimientos científicos. La conversación es amena, una vida llena de historias interesantes, pero en la cual, como en la de todo ser humano, no faltan los episodios de tristeza; es por eso que sin hacer mucho esfuerzo, responde que el momento más triste de su existencia fue el día que vio morir a su hijo Oliver. “La muerte de un hijo es como si te arrancaran un pedazo del alma”.

    1. Sus orígenes
    Nací en San Juan de la Maguana, el 25 de septiembre de 1940. Mi madre fue una maestra de muy larga data, y mi padre después de trabajar muchos años en el magisterio, se graduó de abogado y ejerció esa profesión hasta los 95 años. Ambos fallecidos. Tengo dos hermanos, María Elisa y Juan Francisco. Mi infancia transcurrió en los pueblos del país, porque los maestros de asa época tenían que viajar mucho y eso hizo que viviéramos en muchas ciudades y en la capital.

    2. Graduación

    Me gradué en el año 1963. Recién graduado me marcho a Inglaterra, donde permanezco hasta el año 1970 y luego, voy a Estados Unidos a terminar mi residencia, primero en Neurocirugía, en Vermont, al norte de los Estados Unidos y regreso a practicar la medicina en el hospital Salvador B. Gautier hasta el 1976, en ese mismo año, me traslado al hospital Luis Eduardo Aybar, y desde entonces he estado aquí.

    3. Los muchachos de aquella época
    Antes no teníamos grandes diversiones. Por ejemplo, al salir de la escuela, lo que hacíamos era ir al río. Yo me bañaba en el río todos los días de mi vida. Lo que nos divertía era el maroteo, coger todas las frutas que encontrábamos. Yo me debo haber comido dos millones de mangos cuando era muchachito. Me comí todos los que me iba a comer a lo largo de mi vida.

    4. La herencia de mis padres
    Mis padres, Sarah María Herrera Lagrange y mi papá, José Altagracia Puello Rodríguez eran maestros, dos personas muy cultas y con un altísimo sentido de la responsabilidad y de la importancia de educar a sus hijos. Recuerdo que todos los días, mi padre me hacía narrarle un capítulo de El Quijote de la Mancha. Yo tenía que leerlo y decírselo en la comida. Mi afición por la lectura vino desde la niñez, porque me obligaban a leer. Los dos entendían que la mejor forma de avanzar en la vida era preparándote. Debido a eso, yo me gradué con el honor más alto que se podía graduar un bachiller en esa época.

    5. Vocación desde niño
    A los trece años sabía que iba a estudiar Medicina, me gradué de bachiller a los 15 años. Hay un libro que se llama “Cuerpos y Almas” de un autor holandés llamado Maxence Van Der Meersch. Ese libro me lo dio a leer mi papá, trata sobre la vida de un médico en la primera Guerra Mundial. El protagonista quería ser neurocirujano, que era una ciencia que estaba en ciernes, y a mí me impresionó tanto que de inmediato le dije a mis padres que iba a estudiar medicina y que iba a ser neurocirujano. En esa época no era tan fácil y ellos no tenían posibilidades de pagarme la universidad. Un maestro ganaba 25 pesos y además papá era enemigo del régimen y no podía trabajar.

    6. Residencia médica
    Por muchos años viví en el hospital Luis Eduardo Aybar. En esa época muchos estudiantes vivíamos en los hospitales, porque en los hospitales no había médicos de noche y los que hacíamos todas las operaciones y todo lo que se presentaba éramos los estudiantes. Trabajé en el Hospital Internacional, que fue donde llevaron a Pedro Livio Cedeño la noche que mataron a Trujillo, por eso es que yo participo en la operación a Pedro Livio Cedeño. Arturo Damirón Ricart fue quien lo operó y yo lo asistí. Esa noche vi cómo lo torturaron y no dijo nada, no delató a nadie.

    7. Buenos amigos
    Yo trabajé durante los seis años que duró la carrera. Donde trabajaba me daban comida y cama, no me pagaban, pero yo conseguía un dinerito poniendo inyecciones, me ganaba 50 ó 25 centavos y así podía comprarme algo de ropa. No puedo decir que fueron años duros, porque cuando uno está enfocado en algo, eso no te parece difícil. Tuve grandes amigos que me ayudaron como Fernando Defilló, José González Cano y Fernando Ballester, que me prestaban sus libros para estudiar porque yo no podía comprar libros. Ellos me prestaban los libros en vacaciones, los leía y tomaba notas; cuando venía el curso, como ya yo había leído todas las materias, mis notas eran sobresalientes.

    8. Estudiante dedicado
    Como mis padres no me podían pagar la universidad, yo vine con una beca de los Rotario a estudiar Medicina, pero a partir de ahí, yo me gané la inscripción todos los años, nunca pagué la universidad, ni un sólo centavo, hasta que me gradué, y como obtuve Magna Cum Laude, que en esa época era prácticamente imposible, la universidad me beca y me voy a estudiar al extranjero. Le enseño a mis hijos y a los estudiantes, que lo importante es prepararse, que los años de formación son años que no vuelven. Los años entre los 18 y los 21 son la oportunidad para formarse bien, porque de ahí va a depender su futuro. Yo soy el mejor ejemplo de eso, nunca pagué un solo centavo por mi formación ni aquí ni fuera de aquí.

    9. La muerte de Oliver

    Mi hijo murió cuando tenía 23 años, ya estaba graduado de Arte y Diseño en Chavón. Nadie sabe lo que eso significa hasta que te pasa. No hay forma de explicarlo. Cuando eso te ocurre, la única descripción que yo encuentro, la más acertada es que la muerte de un hijo es como si te arrancaran un pedazo del alma. Ese es un dolor que no se olvida, y mira que yo aquí lo veo todos los días, cuando se muere un paciente y comprendo ese dolor mucho más, después que murió Oliver. Eso es inolvidable, la gente no se olvida de eso nunca más. Yo me acuerdo de Oliver todos los días, sin excepción, varias veces al día, como si estuviera vivo. La gente piensa que la vida es trago, bachata, dinero y discotecas, pero para los que vivimos en estas cuatro paredes lidiando con el dolor humano, la vida es otra cosa.

    10. Al servicio de la salud
    Mi labor hospitalaria ha consistido principalmente en atender a los que no tienen recursos para acceder a este tipo de tratamientos y es una labor que no voy a abandonar a menos que me vea imposibilitado físicamente. Mientras yo tenga fuerzas seguiré haciendo mi labor aquí en el hospital público. El médico tiene que tener dos direcciones fundamentales, sino, es mejor que no haga esta profesión. Uno es el respeto a la dignidad humana, a la dignidad del paciente y el segundo es la compasión. Solamente así uno puede hacer buena medicina. Eso tiene que venir complementado con una buena preparación académica.

    La formación del profesional

    “El gobierno británico y la Universidad de Santo Domingo fueron las dos instituciones que hicieron posible que yo terminara mis estudios en Europa. Y debo decir que esa estadía en Europa fue muy importante para mí, un muchacho joven, de 21 años, que se va solo a Europa y está expuesto a todo lo que el viejo continente te puede dar, sobre todo, la cultura, la medicina de alto nivel, los sitios que conoces, las personas con las cuales te estás codeando todo el día. En la Universidad donde estudié en ese momento había más de 15 premios Nobel, entonces esa fue una etapa de formación sumamente importante para mí. Sobre todo para mí que venía de una pequeña isla del Caribe. Fue algo muy impresionante. Nunca terminaré de agradecer a Gran Bretaña lo que yo aprendí allá, tuve acceso, en ese momento, a la medicina de más alto nivel que se ejercía en Europa. Eso también me marcó profesionalmente para toda la vida. Tuve la suerte, la oportunidad o el destino de contar con personas como el doctor Ney Arias Lora, que me ayudó para que yo pudiera ingresar a una de las universidades más prestigiosas del mundo, como es la Universidad de Oxford en Inglaterra. En ese período, que fue muy largo, también tuve la oportunidad de estar en la Universidad de Londres y un año y 4 meses en la Universidad de Gales y eso me dio una sólida formación profesional. Durante más de 30 años impartí docencia de Neurocirugía, Neuroanatomía y Neuropsicofisiología. La vida académica me llevó a ser presidente del Intec por un período bastante largo, también, por otro período muy largo, fui presidente del Consejo de Directores de Intec”.

    Fuente: El Caribe
    Por: Evelyn Irizarri
  • Juan Sebastián Lemba Calembo

    Juan Sebastián Lemba Calembo fue un dirigente negro antiesclavista que lideró una prolongada rebelión contra la esclavitud en la isla La Española y que murió aproximadamente en el 1547.

    A estos negros sublevados se le llamaban «Cimarrones».

    Habría nacido el 24 de diciembre de 1520, en África, probablemente miembro de la nación de los Lemba por parte de su madre y de los Calembo por parte de su padre, de donde quizá provenga su apellido. Cuando Sebastian Lemba era joven, lo capturaron en África y lo llevaron a La Española aproximadamente en el año 1525.

    Debido al maltrato que se le daba a los esclavos en La Española, Sebastian Lemba Calembo y un grupo de esclavos se alzaron aproximadamente en el año 1532. En ese sentido, se escapó y marchó a la montaña y durante unos 15 años combatió las autoridades españolas. A Sebastian Lemba Calembo y a su grupo se le fueron uniendo otros esclavos.

    En su momento pudieron llegar a ser entre 150 y 400 hombres. Lemba Calembo dirigía a esos hombres como si fuera un ejército. Iban a cualquier poblado, atacaban a los españoles y libertaban a otros esclavos. Se movian por toda Ia lsla.

    Sus palenques estuvieron en Higuey, Azua, Bahoruco, San Juan de la Maguana, Puerto Plata y el Seibo.

    Finalmente, el 17 de septiembre de 1547 fue capturado. Las circunstancias, lugar y fecha de su muerte no están claras, pero se afirma que ocurrió entre 1547 y 1548, en San Juan de la Maguana u otro lugar del Sur del país, aunque también se dice que fue en Santo Domingo, a donde fue llevado después de capturado y se le dio muerte en una de las puertas de las murallas entre el Fuerte de San Gil y la Puerta del Conde, a la que se llamó por un tiempo “La Puerta de Lemba Calembo”.

    La acción de Sebastián Lemba Calembo tiene una importancia histórica particular. Fue uno de los primeros en comenzar la lucha contra la esclavitud en todo el Continente Americano.

    Fuente: Historia Dominicana en Gráficas

  • Ildefonso Rafael Güemes Naut

    1941-2016

    Profesor Meritísimo de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la UASD.
    Había nacido el 26 de noviembre de 1941, en la provincia San Juan de la Maguana.

    A temprana edad, Ildefonso se vinculó a las actividades conspirativas en contra de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo. Durante su adolescencia creó la organización juvenil llamada “Los Doce” o “Nueva Trinitaria”. En noviembre de 1959 el grupo de los doce trató de incendiar con bombas Molotov a las oficinas de las zonas francas de la dirección de Aduanas, siendo apresados por este hecho y llevados en calidad de detenidos a la cárcel de la Victoria. Fue Exiliado a España.
    Estudió varias carreras en la Universidad Complutense de Madrid, alcanzando el grado de licenciado, en las siguientes profesiones: licenciado en Ciencias Políticas, en Ciencias Sociales y en Diplomacia, regresando al país después de la caída de la dictadura de Trujillo.
    Ingresó a la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) como docente en 1969, siendo profesor de varias facultades, en las escuelas de Letras, Ciencias Políticas, Economía, y Sociología.
    Fue Director de la Escuela de Ciencias Políticas, miembro del Consejo Directivo de esa Facultad y encargado de la Unidad Curricular de la Dirección de Planificación.
    Ocupó las posiciones de Jefe de la División Administrativa del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), Embajador encargado del departamento de Asuntos Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores.
    Fue Director Curricular de la Escuela Nacional Penitenciaria, desde donde creó el primer plan de estudio para la formación de los agentes de Vigilancia y Tratamiento Penitenciario, conocidos como los VTP.
    Profesor Titular de la Escuela de Ciencias Políticas de la UASD, Profesor Meritísimo de esa instancia universitaria.
  • Dr. Alejandro Mora

    El Dr. Alejandro nació en San Juan de la Maguana, República Dominicana.

    Trayectoria Profesional


    Estudió en la Universidad Autónoma de Santo Domingo obteniendo el título de Doctor en Medicina Cum-Laude. Hizo la Especialidad de Cirugía General en el Hospital Salvador B. Gautier del Instituto Dominicano del Seguro Social. Realizó un entrenamiento de Trasplante de Hígado, Cirugía Hepática y Vía Biliar en el Hospital Clinic, Barcelona, España. Cursó la Especialidad en Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva en el Hospital Militar Dr. Carlos Arvelo en Caracas, con el aval de la Universidad Central de Venezuela y la Sociedad Venezolana de Cirugía Plástica.

    Afiliaciones

    El Dr. Alejandro es miembro de la Sociedad Dominicana de Cirugía Plástica, Reconstructiva y Estética (SODOCIPRE), del Colegio Médico Dominicano (CMD), de la Federación Ibero-latinoamericana de Cirugía Plástica (FILACP) y de la International Confederation for Plastic, Reconstructive and Aesthetic Surgery (IPRAS).

    Reconocimientos

    Ha recibido los siguientes reconocimientos: Al Desempeño Sobresaliente en los Estudios Universitarios, dado por la Universidad Autónoma de Santo Domingo, por la Dirección de Bienestar Estudiantil; Honor al Mérito, dado en el Hospital Salvador B. Gautier, por el Colegio Médico Dominicano en Julio 2006; Premio Nacional de la Juventud (Renglón Salud), dado por el Ministerio de la Juventud en manos del señor Presidente Constitucional de la República Dominicana en Enero 2008 y y Honor al Mérito dado por el Jefe del Servicio de Armamento del Ejército de la República Bolivariana de Venezuela en Julio 2010. “Pero el mayor reconocimiento que un ser humano pueda obtener es: Ser siervo de Jesucristo¨.

  • Liborio Mateo

    A los ochenta y uno (82) años de la muerte de OLIVORIO MATEO, para algunos sanjuaneros este nombre es sagrado y al mencionársele, se le guarda el merecido respeto especialmente de aquellas personas de edad avanzada.

    OLIVORIO MATEO nace en un paraje de la Maguana llamado el Naranjal en el año 1874. Era bajetón, mulato oscuro, pelo crespo de 175 libras. No sabía leer ni escribir. Usaba al cuello un pañuelo de madrás rojo y blanco y permanentemente una pipa en la boca. Si algo había que llamara la atención era su extraño comportamiento para desaparecer sin dejar rastro, para volver a reaparecer al cabo de unos días, sin ofrecer explicación alguna a tan extraño comportamiento. Buscaba en la soledad de los bosques el encuentro trascendental con lo divino.

        Los graves daños dejados por el ciclón que en 1908 azotó el Municipio de San Juan con varios días de lluvias incansables, marcó en los familiares de Olivorio (quienes le consideraban como loco), un hecho de gran importancia con la desaparición del hogar de Olivorio, quienes después de una infructuosa búsqueda de sus familiares y amigos le dieron por muerto, dándose paso a los famosos «nueve dias» de rezo.

        Durante el último de esos rezos, llegó al poblado diciendo «yo vengo de muy lejos», un ángel montado en un caballo grande lo condujo al cielo ante Dios, quien le ungió con poderes divinos, como la prédica religiosa y la curación de las enfermedades. Desde entonces se convirtió en el hombre más famoso de toda esta región, y San Juan en el centro del peregrinaje al que acudían campesinos de los diferentes lugares del País.

        La Conversión de Olivorio Mateo en un «Dios» fue responsabilidad de un brujo llamado Juan Samuel oriundo de la isla de Guadalupe, quien ejercía los oficios de brujo y curandero.
    Juan Samuel logra que Olivorio trabajara para él como peón. Obtiene Olivorio la oportunidad de convertirse en un «DIOS».

        Sostiene E.O. Garrido Puello, que Juan Samuel asistió «quizás como Padre Espiritual, al nacimiento del Olivorismo. Le dio aliento y ayudó en la organización de sus prácticas, pero cuando Olivorio se vio en las manos de la justicia, se esfumó como sombra pasajera, dejando un vago rumor como recuerdo».

        Olivorio crea un «ejercito» o pueblo, al cual se unieron criminales y
    prófugos de la justicia. En un serio reino, creó Santos y una Corte Celestial. Se estableció en un lugar llamado El Palmar, alejados de las autoridades, A ese reino se trasladaban muchas personas en búsqueda de solucionar sus problemas.

    OLIVORIO EL CURANDERO

        Ejercía la medicina de manera rara armado de un palo de piñón golpeaba al paciente, pronunciando las palabras «Salga el mal y entre el bien». Algunos sometidos a esas curaciones morían y entonces el decía «este ya está curado». Esto originó que sus seguidores le llamaran el maestro.

    PERSECUCIÓN DE OLIVORIO

        En 1911, las autoridades de San Juan de la Maguana, decidieron acabar con las actividades Olivoristas y en ese entonces el General Juan de Dios Ramírez, jefe comunal del pueblo, dió instrucciones para que fueran detenidos Olivorio y sus seguidores. Al ser conducido hacia el pueblo Olivorio se escapó y esta huida contribuyó a que se propagara la idea de que él tenia poderes divinos.

        Un hermano del General Ramírez se ofreció para someter a Olivorio a la justicia. Olivorio fue conducido a una celda de la cárcel de Azua, donde después de cierto tiempo salió absuelto. Luego decide cambiar de morada, trasladándose del Palmar al paraje El Naranjo donde se consideró seguro.

        En 1911 el Presidente de la República, el Sr. Ramón Cáceres ordenó la destrucción del Olivorismo, debido a la gran presión del pueblo Dominicano. Las tropas del Gobierno no tardaron en localizar la secta Olivorista, entrando en contacto con su ejercito, desbandándolo. Olivorio logró escapar internándose en la Cordillera Central, uniéndose a este algunos seguidores. «Las fuerzas del Gobierno quemaron y arrastraron los ranchos que les servían de cuarteles a los Olivoristas».

        El asesinato del Presidente Cáceres dejó inconcluso este trabajo. El
    Gobierno de los Victoria, nada hizo para evitar la continuación del
    Olivorismo. Según investigaciones, se considera que las autoridades de turno llegaron a utilizar los servicios del Olivorismo para satisfacer sus intereses políticos.

        El investigador Horacio Blanco Fombona sostiene: «Olivorio probó en más de una ocasión ser un guerrillero de gran valentía y arrojo, a lo que ningún jefe militar de la época, aunque le solicitaron ayuda, confió en él, debido a que nadie ni nada le haría abandonar sus predios». Opinión no compartida por otros investigadores ya que consideran que Olivorio no tenía el mínimo concepto de que es patria… .

    OCUPACIÓN NORTEAMERICANA


    MUERTE DE OLIVORIO

        En 1916 cuando la ocupación Norteamericana en el país, decidieron desarmar el pueblo. Esta era una de las metas trazadas para poder introducir los cambios que deseaba Washington. Olivorio quien tenía un ejercito armado, fue invitado a deponer las armas, este obtemperó ante esta invitación y esto dió motivos a que los Yankees ordenaran una persecución.

        Dice E. O. Garrido Puello: «esa persecución nada tenía que ver con la
    religión que ellos sustentaban. A los Yankees les importaba que Olivorio
    ejerciera de Médico, inspirado por poderes divinos, fungiera de Dios y se hiciera adorar por sus prosélitos fanatizados. Lo que no admitían era el grupo armado.

        Los Norteamericanos deciden ponerle freno a sus actos vandálicos, desde 1917 hasta 1922, Olivorio y sus gentes tuvieron que vivir como una tribu nómada de lugar en lugar en búsqueda de tranquilidad.

        El 27 de Junio de 1922 un destacamento de la Policía Nacional, al mando del Capitán Willians y el Teniente Luna, asaltó por sorpresa después de una denuncia, las fuerzas de Olivorio, muriendo en el acto junto a un hijo de él y otros seguidores. Su cadáver fue llevado a San Juan y exhibido en el parque del pueblo a la vista de todos aquellos creyentes que dudaban esa muerte, ya que a Olivorio no le entraban balas.

        El escritor E. O. Garrido Puello, en entrevista que le hiciera a un hijo de Olivorio llamado Cecilio, le dijo que antes de morir, su padre le explicó lo siguiente «Ya llegó la hora», que midió siete pies y dijo: «eso es lo que se necesita para un muerto». «No dejes camino real por vereda». Etc.

    El telegrama informando el deceso de Olivorio dice así:

    «Director departamento Sur P.N.D Santo Domingo. He tenido un encuentro con el grupo de Olivorio, compuesto por 12 hombres en el campo de Arroyo el Diablo, aproximadamente a 35 millas al Norte de San Juan, a las 7:00 A.M, del Martes 27, resultaron identificados cuatro bandidos muertos, incluyendo al Dios Olivorio, Jefe de los bandidos de este Distrito. El cadáver del Dios Olivorio ha sido identificado, capturamos 8 revólveres, 3 carabinas y 150 cápsulas.


    Ninguna baja de la Policía Nacional Dominicana, firmado


    Willians P.M. Rwey Jr.
    Coronel Comandante Policía Nacional.

    LA INCIDENCIA DE OLIVORIO


    OLIVORISMO: MESIANISMO SOCIO-RELIGIOSO

     

        El caso de Olivorio Mateo constituye el fenómeno más singular de mesianismo socio-religioso en la República Dominicana. Tuvo su principal centro de operaciones en la zona rural de San Juan de la Maguana donde sus cultos concitaron la atención no sólo de los habitantes de la Región, sino también de personas de diversas latitudes de la geografía nacional.

        Se dice que Olivorio (o Livorio) fue un personaje que inicialmente sirvió al general Máximo Cabral como curandero en el Norte y que luego cruzó la cordillera, estableciéndose en la zona rural de San Juan donde se dedicó a la curandería.

        Sus facultades mágico-religiosas y su carisma ejercieron una notable influencia entre sus seguidores, quienes le llamaban indistintamente «Dios Olivorio», Papá Livorio» o «Livorio Mateo», aunque algunos investigadores han sostenido que el nombre exacto era Olivorio Mateo.

        Su figura alcanzó mayores ribetes de leyenda y prestigio cuando enfrentó con su gente a la soldadesca yanqui que invadió el país durante el período de 1916-1924. Finalmente Olivorio fue muerto en una emboscada en 1922, pero sus hazañas y facultades singulares continuaron siendo objeto de veneración por creyentes y seguidores.

        En 1917 un gran contingente de marines enfrentó a más de mil olivoristas con un saldo de varios muertos por ambos lados, pero Mateo y sus seguidores se replegaron. En 1919 se registró otro enfrentamiento y desde entonces la persecución fue constante. Livorio y su gente se ocultaban en las montañas, entre Bánica y Constanza, donde establecieron campamentos y sembraron conucos.

        Según los reportes publicados en el Listin Diario y El Cable de San Juan, Livorio fue muerto el 27 de junio de 1922, en un lugar conocido como La Hoya del infierno. Desde hacía más de un mes las fuerzas de la Guardia Nacional lo habían localizado cerca de la Loma de la Cotorra, habiéndose producido un tiroteo.

        Olivorio, perdió varios hombres y mujeres. Los hermanos Lalín y Enerio Romero, habían sido comprados por la Guardia y guiaron a las tropas hasta su último escondiste.

        La Guardia atacó al amanecer cuando Olivorio y los suyos celebraban sus ritos matutinos. En el tiroteo, Olivorio, uno de sus hijos (Eleuterio) y dos seguidores (Maquina y Pomero) murieron.

        El cadáver de Livorio fue introducido en una «pariguela» y llevado a San Juan, donde fue exhibido a la población.
    En el 1938, en plena dictadura de Trujillo, el cura párroco de las Matas de Farfán, Bánica y El Cercado se quejaba ante el gobierno de que numerosas personas en las regiones de su jurisdicción se dedicaban a olivoristas. El gobierno de Trujillo instruyó para que fueran suspendidas tales prácticas.

        Sin embargo, dos décadas después, desaparecida la dictadura de Trujillo, o en un ocaso, el culto a Olivorio se restablecía en la misma zona, dando lugar a los trágicos acontecimientos de Palma Sola.

    Fuente: Extracto del web www.rincondominicano.com

  • Dr. Hector Livio Peña López (1922-2009)

    Doctor en medicina. Nacido en San Fraqncisco de Macorís, hijo de Hostacilio Peña Báez, Abogado santiaguero (fiero critico del régimen trujillista y por esa causa se le rehusó el exequátur para ejercer su profesión) y de Ana Mercedes López Báez de San Francisco de Macorís.
    Emigró a San Juan junto a otros profesionales cibaeños en la década de 1950, con los también médicos, Pupito Martínez Canaan, Otilio Cartagena y los abogados José Oscar Viñas Bonelly (fallecido en marzo de 2009) y Luís Pelayo González.

    Al ocurrir la muerte del Dictador Rafael Trujillo se alineó junto a los conservadores de la Unión Cívica Nacional y de allá pasó a ser un alto directivo del Partido Social Cristiano del cual fue candidato a la Vicepresidencia en las elecciones de 1966 junto al Dr. Moreno Martínez.
    Fue un gran orador de barricada, con frases sumamente elegantes y un extraordinario manejo de la frase y del argumento dialéctico.
    El doctor Peña López se ganó el aprecio de los sanjuaneros por sus solidarios servicios profesionales, como los que ofrecia en su clinica Perpetuo Socorro ubicada en la c/19 de Marzo entre Trinitaria e Independencia y por ser un munícipe comprometido con el desarrollo de la provincia. Al momento de su muerte era el presidente de la Asociación Para el Desarrollo de la Provincia San Juan.
    Fue parte del Consejo de Administración de la Asociación Maguana de Ahorros y Préstamos, entidad dedicada a la construcción de viviendas y de ahorros de sus miembros. y fue tambien director regional del IDSS. Conducia el espacio radial ~Contacto Directo~ de lunes a viernes a las 5 pm por Santome FM, donde dirgia sus acostumbrados comentarios de denuncia social.
    Falleció a los 87 años de edad la tarde del domingo 19 de Julio del 2009. Venía padeciendo quebrantos de salud desde hacía unos meses, pero que se agravaron en las últimas semanas. Su muerte produjo gran pesar en el pueblo sanjuanero pues fue un personaje que se dio a querer por su afabilidad, simpatía, humildad y sencillez. Le caracterizaba el responder al saludo de Como está Dr. Livio? con un energico JODIO PERO VIVO!
    Le sobreviven Su Viuda Doña Dulce María Guillermo y sus 7 Hijos: Héctor Livio, Luis Edmundo, Ana Magdalena, Adalgisa Aselia, Livia Altagracia, Marcio Augusto y Jhonny Antonio. Marcio se ha destacado en el ambito del diseño de ropas y Jhonny es Dr. en medicina, politico del PRSC en San Juan.

  • Rhina Ramírez (1945-)

    Cantante dominicana. Nació en Las Matas Farfán (municipio de San Juan), el de marzo de 1945. Su excepcional voz se puso de manifiesto mientras desempeñaba la plaza de contralto solista de Coro Nacional al final de la década de los años 60.

    Rhina Ramírez fue uno de los descubrimientos del compositor Manuel Sánchez Acosta, quien la presentó exitosamente en su programa de televisión. A partir de 1970 va acumulando galardones en diversos festivales de la canción, nacionales e internacionales. Ha sido una de las artistas dominicanas de mayor proyección en el extranjero, cantando en Venezuela, Brasil, Colombia, México, Puerto Rico, Francia, España y Estados Unidos, hasta llevar su arte a diversos países de Oriente Medio.

    En diferentes oportunidades recibió el premio El Dorado, otorgado a la artista dominicana más destacada en el extranjero. El impacto visceral de su voz y su hermosa presencia escénica la ha mantenido en el favor del público por más de 25 años. La crítica nacional ha sido unánime al enjuiciar sus dotes de gran cantante y su presentación con la Orquesta Sinfónica Nacional, cantando las Siete Canciones populares de Falla, despertó un gran interés.

  • Dante Cucurullo (1957-)

    Nació en San Juan de la Maguana el 13 de enero de 1957. Realizó sus primeros estudios musicales con su padre Dr. Dante Cucurulo. Luego estudió con la profesora Monina Campora de Piña. En 1973 fue becado por el Conservatorio Nacional de Música para proseguir sus estudios en dicha institución, realizando allí estudios de piano con la profesora Mary Siragura, hasta alcanzar su graduación como profesor de primera enseñanza. Por años fue profesor de educación musical en el Liceo Estados Unidos y catedrático de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.

    Fundó y dirigió el grupo de música experimental Probeta. Sus estudios de composición los realizó bajo la guía del maestro Simó. Ofreció su concierto de graduación junto a Beckyrene Pérez en el auditorio de Bellas Artes, el 15 de octubre de 1981. Fue timpanista de la Orquesta Sinfónica Nacional y ha sido director musical de importantes montajes musicales, tanto para el teatro como para la televisión.

    Dante Cucurulo y Ana Silfa representan la última generación de compositores preparadas por el maestro Manuel Simó. Ambos han seguido componiendo importantes obras que han merecido la aprobación de público y crítica nacionales. Está casado actualmente con la también artista dominicana Nurin Sanlley.

  • Marianela Sánchez (1953- )

    Soprano ligera. Nació en San Juan de la Maguana el 6 de Junio de 1953. En el Conservatorio Nacional de Música realizó estudios de música, piano y canto.

    Sus primeros maestros de técnica vocal fueron Rafael Sánchez Cestero y Olga Azar. Por muchos años perteneció al Coro Nacional. Bajo la guía de Paolo Silveri y de Gianna Perea Labbia se graduó de Profesora de Canto por el Conservatorio de Santa Cecilia de Roma.
    En Lucca realizó estudios especializados con Franco Calíbrese. En Italia participó en diferentes presentaciones estudiantiles y diversos recitales. Desde su regreso al país en 1984 se convirtió en una de las figuras claves del ambiente musical dominicano. Presentó exitosos recitales acompañada por el maestro Vicente Grisolía al piano, y fue escogida por el recién nombrado director de Orquesta Sinfónica Nacional, para inaugurar su primera temporada al frente de esa institución. Desde entonces ha cantado en repetidas oportunidades con la OSN, bajo la batuta de Carlos Piantini, Rafael Villanueva, Julio de Windt y de diversos directores invitados.

    Ha cantado roles principales en producciones de Lucía di Lammermoor, Fidelio, Rigoletto Luisa Fernanda, El Cafetal y Opera Merengue. A través de su academia de cano, ha preparado una nueva generación de jóvenes cantantes. Esta artista y profesora de cano tiene una gran habilidad para montar coros, tanto de adulos como infantiles.

    Su técnica depurada, su voz de alcance excepcional hacia el agudo, su musicalidad y afinación, su dominio del italiano y su disciplina de trabajo, despertaron un gran entusiasmo en el aletargado ambiente artístico dominicano, a su regreso de Italia.

    Marianela Sánchez es en la actualidad figura relevante del Grupo de Cantantes Líricos adscritos a la Dirección General de Bellas Artes.

  • General José María Cabral (1816-1899)

    Militar y político dominicano, presidente de la República durante el período1866-1868. Nació en San Cristóbal, luchó para liberar a su patria de la dominación haitiana y comandó las tropas en la Batalla de Santomé en 1855 efectuada en la sabana del mismo nombre en San Juan de la Maguana.
    Se opuso a la anexión a España en 1861 por lo que las autoridades ordenaron su deportación. Regresó en 1864 y participó en la guerra Restauradora, derrotando a los ejércitos españoles. Dos años más tarde, derrocado el presidente Buenaventura Báez, fue elegido presidente de la República en 1866.
    Durante su mandato firmó un tratado por el que España renunció a sus derechos en Santo Domingo y gestionó el arrendamiento de la bahía y península de Samaná a los estadounidenses, lo que le ocasionó la pérdida de la confianza de sus anteriores aliados y de la presidencia en 1868.
    Se exilió a Venezuela, y regresó en 1875 para combatir nuevamente contra el presidente Báez, que había sido repuesto en ese cargo, al que derrocó. Se hizo cargo del ministerio de Guerra y Marina y del Interior. Murió en 1899 en Santo Domingo.
    El Gral. Cabral fue el padre del Dr. Alejandro Cabral en honor a él el hospital lleva ese nombre, también fue su hija la Prof.  Atala Cabral; un colegio lleva su nombre.